El Programa de Arqueología Urbana. Revelaciones de la Arqueología mexica Hasta octubre del 2016
El Programa de Arqueología Urbana.
Revelaciones de la Arqueología mexica
Hasta octubre del 2016
Las razones académicas para establecer este Programa delimitado a siete cuadras del Centro Histórico fue la necesidad de conocer lo que había sido la plaza principal de Tenochtitlan que según Fray Bernardino de Sahagún tenía 78 edificios en su interior, entre ellos el Templo Mayor.
Esta muestra presenta lo más sobresaliente de las intervenciones en los últimos nueve años como los hallazgos de Plaza Manuel Gamio en donde se han encontrado restos arquitectónicos de lo que fue el Seminario Conciliar de México en la época colonial, el Cuauhxicalco edificio donde se incineraban a los gobernantes, así como pisos de la época prehispánica que resguardaban destacables ofrendas al pie del templo de Huitzilopochtli.
En la calle de Guatemala No. 16, las excavaciones revelaron a la luz los restos arquitectónicos del templo mexica dedicado a Ehécatl Quetzalcóatl, uno de los más representativos de Tenochtitlan.
Por otra parte en el 24 de la misma calle recientemente se descubrió lo que fue el Tzompantli.
En Centro Cultural de España, actualmente museo de sitio, se halló una plataforma que formó parte del Calmécac, así como tres esculturas que representan a Mictlantecuhtli (deidad de la muerte), Xiuhtecuhtli (Dios del Fuego) y un Cuauhxicalli en forma de águila.
En la Plaza El seminario y la calle de Argentina se encontró un edificio de gran magnitud, aproximadamente de 40 metros de ancho. Los restos del basamento fueron decorados en estuco y una de las etapas constructivas con lajas salientes. Este último hallazgo está próximo a mostrarse al público a través de una ventana arqueológica.
Iroqués. Visión arqueológica de una antigua cultura en Quebec
· Exposición Temporal
Iroqués
Visión arqueológica de una
antigua cultura de Quebec
(Octubre 2015-Febrero 2016)
La exposición “Iroqués, visión arqueológica de una antigua cultura de Quebec” se exhibe en el área de exposiciones temporales del Museo del Templo Mayor hasta febrero de 2016. Reúne por primera vez un centenar de vestigios arqueológicos pertenecientes al pueblo iroqués asentado en las riberas del río San Lorenzo que corre a lo largo de las regiones de Quebec, Canadá y el estado de Nueva York, Estados Unidos.
Con esta muestra, se explorará la vida de un pueblo indígena que logró implementar la agricultura de la tríada maíz, frijol, calabaza, lo que les permitió sobrevivir los largos inviernos viviendo de modo sedentario. Después de un breve encuentro reportado por colonizadores franceses en el siglo XVI, en 1603 Samuel de Champlain arriba a esta región sin encontrar rastro alguno de ellos. No es sino hasta el siglo XX que los trabajos arqueológicos han logrado recuperar las huellas de este grupo étnico que permaneció muchos años en la leyenda.
Entre las piezas que se exhibirán destacan ollas de barro, pipas, herramientas de trabajo y vida cotidiana como punzones, puntas de flecha, metates y arpones; vestigios europeos del siglo XVI, un esqueleto de perro, y granos de maíz carbonizados.
La muestra es organizada por el Museo de Arqueología e Historia de Montreal Pointe à Calliѐre y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a través de la Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones y el Museo del Templo Mayor.
“Iroqués, visión arqueológica de una antigua cultura de Quebec” nos presenta los principales testigos materiales de la vida cotidiana de un pueblo indígena y permite remontarse en el tiempo y espacio a tierras septentrionales norteamericanas del siglo XVI.
Semillas de vida / la sexualidad en occidente
Esta exposición temporal que presenta el Museo del Templo Mayor refleja la concepción del cuerpo y la sexualidad de los pueblos prehispánicos de los actuales estados de Michoacán, Colima, Jalisco y Nayarit, región que formó parte del antiguo occidente mesoamericano.
SEMILLAS DE VIDA / LA SEXUALIDAD EN OCCIDENTE está integrada por cerca de 200 piezas que muestran el cuerpo femenino y masculino de una forma natural, quedando al descubierto las relaciones afectivas de los antiguos pobladores.
Como consecuencia de la observación del Universo, lo femenino se asociaba con la germinación, el agua, el frío, la oscuridad, la debilidad y la muerte, mientras lo masculino con la maduración, el fuego, el calor, el cielo, la fuerza y la vida. Sin duda, esta exposición muestra una concepción de la sexualidad en la cual lo opuesto sirve de complemento.
La muestra está integrada por piezas de las colecciones de tres recintos del INAH: el Museo Regional de Michoacán, el Museo Regional de Guadalajara y el Museo Regional de Historia de Colima, así como piezasdel Museo Soumaya.